22 de noviembre de 2008

liberalo

Encapsularte en una canción triste,
como en un frasco.
Cuando me dolés,
abrir la tapa y
liberarte a la música,
al aire, para que respires,
para que pueda respirar.

Para que te seques un poco más,
que no fluyas,
para poder fluir .
Dejar de ser roca
y ser viento.
Dejar se tierra
para ser cielo
ser infinito.

En el suceso ausentas,
en el tiempo que manejo,
inestable, activo y veloz.

Te encuentro en miradas ajenas singulares.
En el perdón esta mi amparo,
después del castigo fortuito de una memoria ocular.


No retener,
no dejar que estanque.
Librar mis pies del agua turbia,
obstruida,
densa,
adulterada.
Se purifica en nuestra ausencia.

Empezando a estar en mi,
la paz es ligera como la partícula
que viaja invisible en el viento.
La armonía es polifónica,
como la música que nos libera.