Como en un encuentro de vaqueros, de esos con las patas chuecas, la ventisca, que levanta el polvo y pasa un matojo rodante (tumblewee).
mi peor enemiga, la única.
Hoy caí que lo peor quedo atrás. Lo pesado y denso, lo que no me dejaba opciones, solo resistir y sobrevivir. Ahora el camino se bifurca, estoy sola con mis porquerías.
Qué retorcidamente positivo.
La perdida ya se asentó, la ausencia ya tiro ancla, solo es parte, no protagonista. Solo un poco de sabor agrio, no más.
La traición dejo escamas, pero partió, yo la eche. Debo reconocermelo como merito, así como me castigo haberle dado las armas, pudo haber sido hasta ahora y para siempre; hay gente que vive cautiva de la mentira hasta el ultimo de los días.
Elegí ver, elegí la verdad.
Se abrió el mar, ahora finalmente me encuentro conmigo misma del otro lado, mi reflejo al sol, a la luz de mis imperfecciones.
Desnuda y transparente, aquí veo el agua podrida y los peces de colores.
Es cuestión de filtrar.
Me acostumbre tanto a la única opción... Ser libre resulta complejo y aterrador.
Pero que mierda, sí que lo elijo.
Elijo la verdad, elijo la libertad.
Aunque sea una libertad con las alas atrofiadas.
Pajarito que anhelo estar fuera de su cárcel y una vez del otro lado de la ventana, no sabe que rumbo tomar... se olvido como volar.
Aprenderemos de nuevo pajarito, aprenderemos de nuevo.
Vamos a limpiarnos hasta enlazarnos, la pureza esta bajo la capa de polvo.
Sigue allí y es alentador.