El frío me entra hasta los huesos y el pecho se me atiborra de angustias cuando caigo en que ya no voy a poder acurrucarme como si volviera a ser un pichoncito debajo de tu brazo, el refugio que conocí y estuvo toda mi vida sin importar qué. No sé ser esta que no tiene tu amor en palabras, cariños, miradas, llamadas, gestos y mil formas que significaban tu presencia. Sé que tengo recuerdos hermosamente felices, que los ecos de tu vida resuenan con la fortaleza de una onda expansiva que nos mantiene de pie y que te voy a sentir en cada explosión de flores que renacen en primavera, pero igual te extraño tanto que por momentos me tiembla el cuerpo del mar de llanto que se me sale por los ojos cuando caigo que ya no vas a recomendarme series, spammearme el wsp con mil cosas, contarme tus historias y hablar de absolutamente lo que sea sin parar. No voy a poder tomarte la mano, apoyarme en tu hombro y sentir que todo va a estar bien, llamarte cada vez que este enferma, cada vez que este triste, enojada o feliz. Entra tantas cosas que me hacen falta, vos haces tanta falta, tu mera existencia que tan bien le sentaba al mundo, Alba, Rosita, Lita, querida, Abueli, Mamá te extrañamos tanto pero tanto.