3 de noviembre de 2008

baile de hielo



Inesperadamente algo provoca una explosión, esa sensación que en ningún termino conocido aquí, pueda expresarse. Sucede al cambio mas mínimo del mecanismo autónomo, detiene la velocidad y el tiempo-espacio. Flota y me transporta. Sucede sin aviso, porque por ello sucede. Me eleva hasta donde pocas veces se pude llegar en la rutina, lo común y lo ordinario. Maravilloso, mágico, peculiar, extraordinario, estimulante!
... me transporto a mi mundo.
Allí los colores son mas intensos, las flores son mas hermosas, del cielo gotean estrellas que pueden tomarse y devorarse, saben a miel.
Camino sobre el mar en puntas de pie, un mar azul , verde y purpura. Me sumerjo para sentir las cosquillas que me provocan los besos de los peces en mis pies.
Las olas son de algodón, saben a azúcar y melón.
Aquí puedo volar a donde quiera ir, en una nube, una hoja, una tortuga o en un pez.
Duermo entre flores de almidón, mientras las hormigas bailan sobre mi, con sombreros hechos de gotas de rocío, danzan en círculos y se multiplican hasta ser muchas mas de mil. Millones quizás!
Me vuelvo gigante y me vuelvo invisible, es verano y es invierno. Puedo ser lo que quiera ser: una sirena, una golondrina o un conejo, tal vez. Un conejo blanco y verde, rosa y amarillo.
Llueve si quiero, hasta que todo sea agua y todo sea solo azul o sea nada, o sea todo!

... Me invitas a bailar? me decís y yo sonrió prudente y picara.
Danzamos y somos eternos, desnudos, brillando bajo la nieve que cae resplandeciente, resbalamos elegantes, sobre el suelo de hielo y cristal.
De mi pelo nacen mariposas de plata que vuelan a tu boca y brillan en tu panza, haciéndote titilar, flotar y explotar... para caer en cenizas sobre mi, que me penetran por los poros.
Te libero en lágrimas, que caen al suelo y te solidificas en una estatua de hielo, que veo derretir.

Me siento a ver pasar el tiempo caminando adelante de mi, corre y se sucede mas rápido, lleva bigote y un sombrero de copa y me invita a quedarme otro rato más.

Me gustaría quedarme, pero la realidad no espera...
Nos volveremos a ver.