1 de septiembre de 2014

Eclipses

Somos de esos seres creados para ser desde las grietas, allí donde la enredadera de la suerte negra crece para proponer color. El accidente imprevisto, transversal en medio del universo. Maniatados al azar de una tómbola que tuerce el destino. Caminamos en  el sendero que aparenta una llanura calma, para que a paso confiado caigamos en alguna trampa oscura de espigas.

A si mismo somos de esos seres que, a un soslayo de mirada, aparentaríamos incautos, desde una naturaleza templada.  Tan solo un pie adentro se revelará un maremoto, un sismo o alguna sequía. Resulta que no sabríamos ser en una llanura escampada, porque admitamos, nunca podríamos entregarnos al mundo. 

 Estamos aquí para extraviarnos, morir y nacer lo suficiente para entonces tropezarnos y en ese encuentro perfectamente circunstancial , trocar todo aquello que solo quienes todas estas vidas grises y revueltas, pudimos inventar las luces para poder hallarnos en los eclipses.