10 de noviembre de 2020

Todavia te escribo



No te escribí las últimas fechas que siempre te escribo o al menos no en este virtual papel, tampoco te olvidé como temia cada vez que no te escribí . Me imaginaba que una se olvida, porque asi dicen todxs que pasa. Que el tiempo todo lo cura,  y entre esas lineas la mordida a la esperanza de ya no recordar la herida. El tiempo no cura, es irreversiblemente incontenible. ¿Vos confiabas en todas tus afirmaciones? Me gustaría preguntarte eso. Me gustaría saber la respuesta, pero sobre todas las cosas anhelo verte los ojos cuando te haga esa pregunta y me reconozcas más grande. Estoy furiosa. Porque era chica y nadie se dio cuenta, nadie me dijo que lo era. Y en tus ojos me morí siendo casi niña, casi adulta. Se todas las respuesta racionales a esto, ya tuve y tuvimos esta conversación en mí imaginario rumiante, varias veces. Así que no te gastes, porqué además dirías un chiste sobre que estás muerto y me reiría. Pero lo único que quiero es que me des un abrazo y me digas que todo va a estar bien aunque este todo mal. 
Estoy furiosa porque dejaste que te coma la culpa que te pusiste en los hombros y la desesperanza del mundo. También te entiendo. Sos tan mortal que estas muerto. Nos reiriamos de esto. Imagino tendríamos una conexion en nuestras energias capricornianas, aunque vos tan sol en Capricornio ni vas a creer. Me gustaría preguntarte por el abuelo y la abuela, que me cuentes todas las historias que cuando era chica en la inconsciencia de que teníamos tan poco tiempo, no pregunte ni escuché.
Como verás yo también lidio con culpas, no solo herede los rulos, la cara y cruzar los brazos en la espalda cuando entró al lugar donde voy con el corazón abierto, también vine con poco de esto. Pero tengo una erramienta papá, una que aprendí cuando me quedé sin las tuyas. El tiempo no cura el dolor, el dolor crece con el tiempo. La tristeza no desaparece, todo lo que nos habita sea en la luz o en la oscuridad nos pertenece tan profundo que nos compone, todo vive, hasta lxs muertos. 
Te amo y ahora entiendo, escribirte, recordarte y amarte a pesar de la culpa y la muerte, es mi cura.