Qué misterio la verdad que padece, la muerte lenta que trasciende la mentira, las palabras rotas que astillan, las sentencias cortas que apuñalan. La verdad que descansa detrás. La sutileza de la crueldad que no logra ser sentenciada, impune tras la fragilidad inquietante de quienes sobreviven sin poder ver. Quienes colocan su verdad sobre otros quienes, para así lograr ignorar lo que somos. La verdad que levita en el instante de lo que decidimos, de las acciones irrefutables, el alma, una mirada, un abrazo y la ausencia.
23 de septiembre de 2013
No ser
Publicadas por nadine a la/s 11:40 p.m.